De las intenciones a los decretos de necesidad y urgencia

Regulación de medios

De las intenciones a los decretos de necesidad y urgencia

El 4 de Enero, a pocos días de asumir Mauricio Macri mediante un decreto de necesidad y urgencia (que 3 meses más tarde sería aprobado en diputados) derogó la ley de servicios de comunicación audiovisual, en este contexto, porqué el presidente utiliza este DNU como una de sus primeras medidas de gobierno cuando en su campaña electoral destacó valores como el diálogo.

En medio de una disputa entre el gobierno y Clarín, la ley de medios era enfáticamente nombrada por los grupos concentrados como “ley de medios k”, por otra parte el oficialismo en ese entonces afirmaba que esta garantizaría pluralidad de voces. Esta discusión, por la densidad de grupos de medios, sigue siendo de relevancia pero la problemática no está en la agenda.

En la actualidad está “necesidad y urgencia”  que modificó el artículo 45 (entre otros cambios) permite sacarle la espina a los grandes medios del país que ahora, gracias a esta reforma le permitirá no tener topes en la cantidad de ciudades que puedan operar empresas de cables, demostrando que los apuros del presidente fueron para las grandes empresas, en este caso de comunicación.

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Pero por lo general, estas decisiones traen una contra prestación, por ejemplo el Grupo Clarín dedicó hasta septiembre, 46 tapas a un gobierno que no es el de turno, en tanto si eligió publicar al presidente con la primera dama dándose un piquito en la ONU, o teñir la crisis mostrando que cierra una librería pero en verdad es la renovada pasión por los libros la protagonista de la historia.

SI bien, el gobierno anterior no cumplió efectivamente con la ley de medios, como lo afirma el escritor Martín Becerra en La Izquierda Diario que la misma  tenía “objetivos loables como poner límites a la concentración”  aunque también destaca que “está claro que estamos lejos de cualquiera de ellos, muy lejos. En algunos casos no se hizo nada, en otros se hizo muy poco”, Cambiemos, parece esforzarse por lo contrario.

Si se trataba de una ley contra la concentración, que no fue correctamente aplicada, el macrismo precisamente no cambio en favor de la desconcentración ni fue en contra de los monopolios, un signo de esto es las palabras de Miguel de Godoy titular del Enacom, sustito del Afsca, afirmando que hay "medios más poderosos y más fuertes que otros por cuestiones de cantidad y calidad"

Esa depreciación de la discusión pensando que los medios son concentrados porque son “buenos en lo que hacen” no llega de manera aislada, Cambiemos que ganó en el balotaje con una diferencia de menos del 3 %, necesita construir poder con aliados poderosos, uno de ellos son los medios de comunicación más concentrados, solo resta saber, como afirmó Clarín en una campaña publicitaria si “la realidad se puede tapar, o hacer tapa”